Las salchichas son algo más que un plato fácil de preparar cuando toca hacer la cena a los niños. Es una forma de preparar y conservar la carne con una historia de milenios lo que ha dado lugar a una variedad interminable de ingredientes y maneras de cocinarlas.
Las salchichas pueden comerse solas o ser el ingrediente de un plato elaborado. En cualquier caso, para triunfar te recomendamos cumplir con estos cinco detalles básicos.
1.- Compra un buen producto. Algo obvio pero que merece ser recordado siempre. Bajo el nombre “salchicha” cabe todo tipo de ingredientes. Elegir una marca con garantías o acude a una carnicería de confianza. Habiendo en el mercado salchichas gourmet es absurdo consumir productos de menor calidad.
2.- Tómate tu tiempo para prepararlas. No es cierto que las salchichas sean un producto de comida rápida. Si las preparas lentamente se cocinarán de manera uniforme y el resultado será mucho mejor. Nada peor que tener en el plato una salchicha quemada por fuera y cruda por dentro.
3.- Elige el método de preparación adecuado para cada producto. Las salchichas pueden ser asadas, gratinadas, cocidas, ahumadas, guisadas, fritas, etc., y hay una forma de sacar el mejor partido a las cualidades de cada una.
4.- Igual que piden su tiempo, las salchichas necesitan su espacio. Sea cual sea el método utilizado para cocinarlas, procura que no se amontonen. Lo mejor es que no se toquen y así se puedan hacer por todos los lados.
5.- El gran dilema a la hora de cocinar ciertos tipos de salchichas es si conviene pincharlas o no. Los partidarios dicen que así no explotan y se desengrasan bastante. Otros consideran que se pierden los jugos y pueden quedar muy secas cuando lleguen al plato. Para evitarlo muchos sugieren sumergir las salchichas en agua fría durante unos minutos para ablandar la piel, que así aguantará mejor la cocción.
En cualquier caso, si el producto es de buena calidad y se prepara con tranquilidad, conseguiremos un plato exquisito que agradará no sólo a los niños sino a toda la familia.
